John Stuart Mill tiene dos objetivos principales en
su libro sobre la libertad; el
primero es saber hasta dónde puede llegar la libertad sobre un individuo y el
segundo es como afecta la conducta social sobre el individuo.
El tema central del texto es la libertad, el autor
la analiza de una forma especial pues lo hace partir de la sociedad hacia el
individuo, o sea de la importancia que tiene la opinión de la sociedad en el
individuo, se le imponen conductas al grado de superar sus costumbres.
El hombre como tal es independiente y soberano
sobre su espíritu y cuerpo (existen excepciones como por ejemplo los hombres
que no alcanzan la mayoría de edad y los que padecen de sus facultades mentales,
ellos no lo son). Al hombre solo se le pueden poner obligaciones cuando se
trata sobre el beneficio hacia los que lo rodean, y si no llegasen a cumplir
puede ser castigado, ya que él es el único responsable de lo que le pueda pasar
a la sociedad o al algún individuo en específico, pero de igual forma es
responsable si permite lo que pudo evitar.
Se mencionan en el texto algunas de las principales
libertades que tiene el hombre, estas son: 1) de conciencia, 2) de pensar y
sentir (ejemplo: yo pienso, 3) de opiniones y sentimientos (ejemplo: si yo amo
a un hombre nadie puede impedirme estar junto a él), 4) de expresar y publicar
opiniones (ejemplo: si no me parece bueno el gobierno de Enrique Peña Nieto
puedo salir a las calles a mostrar lo que pienso), 5) de gustos (ejemplo: si me
gusta bailar nadie puede impedírmelo), 6) de organizar su propia vida (ejemplo:
si no quiero estudiar ni trabajar nadie puede exigírmelo), y 7) de hacer lo que
le plazca (siempre y cuando asuma las consecuencias de sus actos).
El autor se basa en dos “ramas” de las cuales
deslinda todo; una es de cómo los individuos pueden no ser responsables de sus
actos siempre y cuando no afecte a alguien más, la otra es de cómo el individuo
tiene que hacerse responsable de sus actos cuando afecta a un tercero. Se considera
que una sociedad para ser realmente libre se le debe de respetar las libertades
que existen. Sobre estas dos “ramas” se debe tener cuidado pues suele haber
confusiones, por ejemplo Irvin tiene la libertad
de hacer fiestas en la noche en su vecindario, todos sus invitados permanecen
dentro de la casa, respetan no salir al patio ni insultan a los vecinos, pues
al final de cuentas Irvin está en su casa y en ella puede hacer lo que quiera.
Aparentemente no está molestando a ningún vecino, pero hay que darse cuenta que
a pesar de que sus invitados no estén en el patio con el simple hecho de tener
la música a un alto nivel, priva la libertad de los vecinos, o sea daña a un
tercero.
Mill defiende en particular dos tipos de
libertades; la de opinión y pensamiento. Entonces, ni el pueblo ni el gobierno tienen
el derecho de intervenir o juzgar la opinión de un individuo, sin importar si
es falsa o verdadera. Lo único a lo que tiene derecho es a formar una buena
manera de pensar que se ajuste a la verdad.
También en el texto algo importante de lo que se
habla es de la individualidad, a libertad en ella no debe ser limitada a menos
de que afecte a sus semejantes y esta se afirma en los asuntos en los que no se
atañen a los demás. El individuo se considera debe ser original, ya que como
menciona Mill “el ser humano razona, el simio copia”, es por eso que debe tener
su propia personalidad, al ser una persona literalmente diferente a los demás
se le considera como valiosa, tanto como individual y colectivamente.
A partir de la palabra original surgen cuestiones
como, ¿quién realmente es original?, a mi parecer la persona original es
aquella que crea sus propias cosas sin copiar mínimamente a algún otro hombre,
aquella que es diferente de todos en todos los aspectos, aquella que no cae en
“la moda” de toda la sociedad manipulada, pero va a llegar un momento en el que
una nueva persona vea a la original y le copiara alguna cosa, mi pregunta es,
¿en ese momento deja de ser original o se queda siendo original por usar por
primera vez algo antes no visto?
A mi parecer, este texto acerca de las libertades
es un tanto complicado en el aspecto de que mientras eres libre para alguien
para otro no lo eres, se supone debería el hombre ser libre pero en realidad en
México no existe al cien la libertad, esto no es tanta la culpa del gobierno,
ellos no son los tontos que no saben que la sociedad es libre, en las escuelas
enseñan que eres libre pero no que toda acción tiene sus consecuencias y que
debemos asumirlas (tal vez por eso existe tanto problema en México) y el valor
de libertad lo enseñan “por encimita” pues no explican a detalle que no
cualquiera puede llegar a “aplastarte” por decir “está mal lo que dices” y de
igual forma, no te enseñan que no debes quedarte con las ganas de expresar lo
que sientes, ya sea desde tener pena de querer participar en clase hasta
hacerle ver al gobierno que hace mal su trabajo; para el gobierno mientras
menos hables mejor te ira. Y bueno, obviamente esto es culpa de toda la
sociedad en general, por permitir que los medios de comunicación nos manipulen,
por dejar hacerse menos por cualquiera que se sienta superior a nosotros, por
ejemplo; un maestro por mas autoridad que sea no puede criticarnos por apoyar
la ideología de algún partido, ya que no todos somos iguales y pensamos
diferente.
Si queremos mejorar el país debemos aprender a ser
nosotros mismos, a pensar nosotros y no dejar que el trabajo nos lo hagan, no
debemos estar esperanzados a alguien pues puede llegar a suceder que esa
persona solo nos dañe porque vio por sus propios intereses, debemos de perder
el miedo al expresarnos, no porque digamos algo diferente a lo que quiere
escuchar el de junto significa que estemos mal, no debemos ser blanco fácil a
la burla, debemos ignorar a quien critica de que somos diferentes y solo hay
que reírnos de ellos porque son iguales, debemos de vivir sin rencores ni malos
pensamientos, al final quien en algún momento te hizo algún daño recibirá lo
que merece. Si alguien llega a no ser de nuestro agrado no debemos hacerle la
vida imposible, solo hay que tolerarlo y no hacerle nada malo porque los únicos
que salen dañados somos nosotros.
Hay que aceptarnos tal y como somos, no hay que ser
igual que la masa para ser aceptado en algún grupo social, como se mencionaba
antes, no hay que caer en la “moda”, esta palabra solo es propia de las
personas estúpidas, aquellos que aceptan todo sin importar lo bien o mal que se
les ve, aquellos que no piensan por sí mismos y se dejan llevar por los demás. Al
final de cuentas aquel que impone lo “moderno” es aquel que quiere
controlarnos, hay que darnos cuenta que las imágenes que nos muestran de
mujeres lindas u hombres musculosos no es la verdadera, que no porque ellos en
las publicidades se vean atractivos nosotros nos veremos igual. Al final de
cuentas estos son estereotipos que debemos derrotar.
Y entonces para ti, ¿la sociedad en México es
libre?
FUENTE DE CONSULTA
Stuart Mill, John, Ensayo sobre la libertad, ediciones
Brontes, Barcelona, 2011.